
Cómo me duele que te sean tan duros los pasitos de la vida y cómo me gusta que me digas que no me preocupe tanto, que no puedo vivir así.
Qué bonito cuando apagas la luz y cuando queremos y no podemos y lo seguimos intentando.
Cuántas veces te he dicho que yo no digo esas cosas y después te he susurrado que jamás te dejaría, que estoy aquí para no despertarnos nunca.Y cuando llegamos al cielo y sabemos que ya no nos pueden quemar más que nuestros dedos.Que somos intocables.
Qué bonito cuando te sonrío y todos tus problemas pasan. Y cuando tú me sonries y nos invade la calma.
Qué bonito cuando queremos y no podemos y seguimos queriendo y todo acaba bien.
-NANA-