Le hablé a mi mamá para preguntarle si debería de comprar hojas opalina que soy más caras y más resistentes y que en mi campo no sirven mucho. Sólo quería una consulta económica, tú sabes de tipo " voy a ahorrar" pero en realidad no ahorre.
El fin de semana pasado vino Eva a México. Y fui su chica por dos días.
Me compró un capuccino y me hizo llorar.
Ah y también me tomo fotos, y como casi nadie me toma fotos me emocioné y la puse en mi cabecera. Y es mía y esa soy yo.
Ahora que lo pienso cuando vuelva a venir sí voy a bailar en calzones un sábado. Al menos, claro de que no venga en sábado.