Me tomo un descanzo para ver el pasillo donde modelan más de 20 retratos de personajes que pese a la información de pie no tengo idea de quién son.
Mejor para mí porque unos tienen cara de psicopatas.
Fui con la psicológa y me hizo chillar.
Recordé la tristeza de mis 7 años sin regalos y cómo casi siempre me la pasaba chillando.
En el pasado hablaba tanto de mí y tan fuerte que me gustaba, pese a las imperfecciones que también implicaba.
Y ahora nomás no me sale ni p de pito. -Es que sí me gustan las groserías y también soy bien portada, por si no sabían-.
La cosa es que si te hubieras quedado, yo te hubiera hecho un canchito.