sábado, 21 de noviembre de 2009

Lumbre Familiar

Mis abuelos sí se quisieron hasta el final. Y ese final fue cuando mi abuelo murió hace cuatro años.
Fue entonces cuando la abuela comenzó a enfermarse, ella decía que su vida ya no tenia chiste sin Guadalupe.
En realidad no sé mucho sobre ellos. Pero supongo que sé lo que una nieta como yo debe saber:
Tuvieron trece embarazados, once hijos - entre ellos mi papá-, mi abuelo era jardínero y todas las mañanas se levantaba a las 4 a tomar su café caliente. Vivieron en un cuartito con amacas y la lumbre familiar.

María de los Angeles era mi abuelita, pero mi papá le decía " Gordita" o "amor". Cocinaba delicioso, no existe nadie en el mundo que pueda igualarle sus gelatinas. Tenía un mandíl de cuadritos y el cabello corto. Olía a ajos con manteca y sus manos siempre estaban tibias.

Cumplieron 50 años de casados y ese día cocino sus mejores platillos.
Los domingos familiares en su casa, peroyo me perdí de muchos de ellos. Recuerdo muy bien que amaba a sus pajaros y les chifabla antes de dormirse.
Mi abuela nunca me conto una historia, ni me regalo nada, no me enseño a cocinar y tampoco me revelo el secreto de sus frijolitos o gelatinas, nunca me regaño, pocas veces recordaba mi nombre, yo no sé cuando fue el día de su cumpleaños ni quien le heredo esa nariz.

Esta será una Navidad muy triste en su casa.

Ayer mi abuela murió.


Y voy a creer que lo hizo contenta, feliz de que después de este tiempo quizá el final para ellos no sea éste y se reencuentre con mi abuelo, en algún lugar. Lo voy a creer.