jueves, 21 de enero de 2010


Cómo me duele que te sean tan duros los pasitos de la vida y cómo me gusta que me digas que no me preocupe tanto, que no puedo vivir así.


Qué bonito cuando apagas la luz y cuando queremos y no podemos y lo seguimos intentando.

Cuántas veces te he dicho que yo no digo esas cosas y después te he susurrado que jamás te dejaría, que estoy aquí para no despertarnos nunca.Y cuando llegamos al cielo y sabemos que ya no nos pueden quemar más que nuestros dedos.Que somos intocables.


Qué bonito cuando te sonrío y todos tus problemas pasan. Y cuando tú me sonries y nos invade la calma.

Qué bonito cuando queremos y no podemos y seguimos queriendo y todo acaba bien.


-NANA-