Pareces un polluelo, como un perro desamarrado, cinico y sonriente. Un cretino compañero en celo, hambriento de carne nueva, cansado de su propio pellejo podrido...
Un extraño vecino que apesta a mentiras y desviveres mayugados, por es,o me voy a ir.
Tu desinteres me perfora cada poro.
Prefiero sacarme los ojos antes de verte en la esquina de otra cama, prefiero romperte los tobillos antes de que huyas, que saltes con las rodillas molidas, porque si te vas ni se te ocurra fingir con tus caricias que la querías.
No, ya no es amor, sino pena, lastima, ganas de escupirte, de gritarte que te odio tanto hasta que me devore el rencor.
Si me quedo, te voy a lastimar hasta con las almohadas, con la palabras necias como alambres de púas en las orejas.
No recuerdo tus palabras, solo estas insanas carcajadas.
Y si no me dejas, te clavo espinas en la planta de los pies.
Te encierro en una caja de musica, y te tiro a la basura, para que te mastiquen las ratas y anides en las cavidades de sus dientes...
Así que antes de eso, prefiero irme.
