martes, 6 de julio de 2010

Transporte Colectivo

Ayer cuando estaba en el camión rodó una enorme cebolla entre mis pies.
¿Me pregunto si habrá otro lugar donde las enormes cebollas rueden con tanta ritmo?

Viajar en camión se convirtio hace tiempo en una de mis cosas preferidas, y es que viviendo tan lejos
de todo y de todos es fácil agarrarle cariño.
En él he escuchado tantas historias. He visto como los viejitos le ven las piernas a las niñas, señoras ultra fuertes que cargan con 4 bolsas, 6 chiquillos y un marido.

Una vez ví a unos cholos hablarse de "bro-coli", señores con traje hacerle zoom a una foto porno, niñas exploradoras y dones que se meten clavos a la nariz.

Tantas y tantas imagenes, escenas y olores...

La historia de una señora que estaba muy preocupada porque su esposo ya no queria tener sexo.
O las muchachas que se decian que estaban gordas o el señor presidente de una mega corporación que tenía el carro en el taller.

En la mañana, en la tarde o en la noche siempre hay algo interesante que ver en un camión.
Los niños jugar a las " estuatuas", o preguntar si llueve porque diosito esta triste.

Oh! Pero de todas mis historias que se relatan ahí, mi favorita es la de unos novios.
Tendría como 27 años e iban peleando. Como que habían terminado porque él quería regresar con ella,casarse y estar juntos siempre pero ella decía que él era un inmaduro y que ya no queria seguir peleando.

Y se habian dejado de ver, porque él no sabía en que momento de la vida de ella aparecieron unas botas. Fue tan drámatico y tierno.
Al final ella terminó llorando en su hombre mientras él le decía de cosas bonitas en el oído.

Nada más rómantico que una reconciliación pública.

Si, el camión es de mis cosas favoritas de éste mundo, muchas recompensas por pagar 6 pesotes de pasaje uno sale con una maleta de historias tan reales como las que tambien dejas.