viernes, 31 de agosto de 2012


Ser estudiante de Economía ha sido la mayor catarsis de mi vida.
Llegar a la universidad en las condiciones en las que lo hice me provocó una serie de vomitadas mentales terribles. Me enferme durante meses de consecutivo moqueo  y ni que decirles que se agravo mi sistema gastrointestinal a tal punto que prefería no tener panza nunca más.

Recuerdo el primer día de clases,  todos mis compañeritos contaron con gran entusiasmo sus ambicones como economistas reconocidos -Yo después descubrí que después de todo, sí quería cambiar al mundo-, incluso algunos estaban  más de mi lado cuando develaron que ellos entraron a Economía siguiendo al amor de su preparatoria, muy común en la vida moderna.

Yo llegué al tin marín, más original y drámatico. Ni siquiera sabía dónde estaba la facultad.
Mi visión del futuro olvidó los detalles acádemicos, omiti la parte de hacer tareas y desvelarme y por supuesto olvide que había escogido Economía.

Yo pensaba que en cuanto pisara la ciudad más poblada de México descubríría con gran asombro al amor de mi vida, que la pasaría relatando las mil historias del metro, que fotografiaría los rostros con orejas grandes que aquí la mayoría tiene; creía que llegar a México a vivir sola, con menos de 20 años me haría una mejor persona, aprendería los mil valores que hay en el mundo y salvaría por lo menos a alguién de morir suicidandose en alguna vía pública.

Pero eso no pasó.


Y la verdad, ¡qué bueno! Porque ahora voy aprendiendo que para conocer al amor de tu vida , primero tienes que vivir con más pasión de adentro hacia afuera y que la telepatía todavía no llega,  voy aprendiendo que para relatar las historias debo construir la mía primero y que la fotografía requiere de mucho tiempo y más amor.

Ahora sé que vivir en esta ciudad es algo más complicado que cualquier libro de mi Gustavo Sainz.

En términos más concretos dejé de soñar muchas cosas para convertirme en economista y construir algo diferente.






FACULTAD DE ECONOMÍA UNAM

Pero aún así ...

Ser estudiante de Economía en la UNAM ha sido la mayor catarsis de mi vida.