sábado, 10 de noviembre de 2012


La mayoría del tiempo no sé qué pedo con la vida.
Me dan ganas de emigrar más lejos cada vez que recuerdo que alguien vino a romperme el corazón y las ganas de cambiarle los hábitos al mundo, sólo para experimentar la misma experiencia en otro lugar más frío.

Pero no me mal interpreten, a mi el mundo me rompe el corazón todos los días y difícilmente me lo vuelve a pegar, por eso es que me pierdo hacía adentro o los pierdo -según sea el caso [,a,omitir]-
.


Mi papá se rie mucho de mí cuando le digo que intento crecer a tasas más aceleradas,a mí mamá le da ternura mi supervivencia.

Casualmente cuando camino por largos senderos de árboles recuerdo los buenos momentos de la vida, porque también he tenido muchos, muchisímos, pero...

Ya, pinche vida déjame ser feliz,no mames.