domingo, 1 de marzo de 2009

En el ombligo de la luna

Soñe.
Soñe que volaba en mi papalote de hule.
Y volaba tan alto que llegaba al ombligo de la luna.
En luna nacian escuncles en milpas de chocolate.


Y las bombas de los chicles explotaban colores.


Mi azteca me mordia. Y yo lo besaba.
Lo besé tan fuerte que me bebi su sangre sabor tequila,
de ese tequila, del bueno...del rojo.

Un Quetzal de tiza se enamoraba de mi.
Y se enamoraba tanto que llegaba al ombligo de la luna.
Me tejio un huipil blanco con sus entrañas de metate.

En la luna brota la carne que sabe a cacao.
Y los panzones guajolotes son mis cuates.

La luna tiene calles de pinol y cacahuate
donde hacen fiestas de caricias los martes.

Mi azteca se encueraba. Y yo lo apachurraba
Lo apachurré tanto que quedo chueco,
como un zumo dulce y amargo de mezcal.



Y el Ocelote se peleaba por mi.
-Zoquete, yo era feliz-


En la luna crecen los quelites blancos.
Se siembran chamacos.

Mi azteca me cantaba. Y yo lo amaba.
Lo amaba hasta quedar empachada de él,
de su pulque picoso...

Soñe.

Soñe que brincaba con un chapulin.
Y brincaba tan alto que llegaba al ombligo de la luna.
Corro sobre el chapopote....
Xoloitzcuintle, la luna tambien vende peyote.



Mi azteca se moría. Y yo me ponía triste.
Me pusé tan triste...
que regresé volando en mi papalote de huele
al lugar frente a la arena.

En el ombligo de la luna....