miércoles, 17 de febrero de 2010

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Hoy me puse chambeadora con el blog.

Dentro de unas cuantas horas estare bebiendo un jugo de manzana en un autobus directo a la Ciudad de México para eso de decidir sobre el destino y la vida de adulto que quiero tener.

Pero últimamente me ha atacado una serie de dilemas bien horribles, cómo esto de ir buscando un plan de vida, yo creí que cuando creciera esto sería más fácil, que sólo era cosa de pensarle bien qué quieres ser de grande, si doctora, veterinaria o presidente de una nación, y ya.
Pero no contaba que cuando uno va creciendo le preocupan otra serie de cosas que dentro de unos cuantos años más dejaran de importarnos.

Luego se topa con las cosas tan precipitadas de la juventud, con el golpe de que lo que creías no era en realidad y con la crisis de averiguar ( o nomás intentar) por qué estamos aquí, a dónde vamos y si al final de cuentas todo vale la pena.
Si, he conocido a mucha gente que tristemente cree que esto de la vida no tiene mucho sentido; y en su forma radical hay personas en el mundo que aseveran que la vida sirve, y sirve para mucho. Lo que deveras nunca me gustaría conocer es a alguién qué supiera exactamente cómo funciona esto y en qué termina.

Desde que tengo memoria sé que me la he vivido enamorándome y llorando, dramátizando y soñando. Y ahora me cuesta cierto trabajo dejar ese lado tan " inestable" y entrarle a lo que óra si es bueno, real y difícil...

Pero hoy ando optimista y dire que todo tiene su mágia.
Mañana quizá me la pase refunfuñando, y el viernes chillando. Así es esto de la vida adulta ¿ o, no?














Ah, y gracias a los compillas por los buenos deseos. Ójala y al final sí se pueda.