domingo, 15 de abril de 2012


Las personas que juegan con el tiempo de las demás deberían ser castigadas por semejante crimen.
Yo estoy condenada a llegar tarde. Y de la misma manera soy castigada  en un redoble de tambores estresantes.

Pero las personas juegan con mi tiempo cuando suponen que por ser una chica sin escuela los fines de semana estoy a disposición de los espontáneos planes de turista. Y no es así.

He logrado aprender a golpe de retardos, citas plantadas y malas impresiones que el tiempo es más valioso que cualquier moneda. Por eso la gente preferiría la teletransportación.

Lástima que la planeación urbana esté tan mal estructurada.y que los sistemas de transporte de esta ciudad colapsen tu sistema nervioso, peor aún cuando no existe una cultura de respeto hacía los peatones. Y los peatones creamos que somos indestructibles.

Tengo algunas hipótesis de cómo está ciudad roba mi vitalidad cuando cruzo la puerta del 502. Y viajar en un promedio de 4 horas por día es una verdadera locura.

Y en la antena de la radio flotaba locamente la bandera con la cruz roja, y se corrían  ochenta kilometros por hora  hacia las luces  que crecían poco a poco, sin que ya se supiera bien por qué tanto apuro, por qué esa carretera entre autos  desconocidos  donde nadie sabía de los otros , donde todo el mundo miraba fijamente  hacia adelante, exclusivamente hacia adelante."

 TODOS LOS FUEGOS EL FUEGO
Julio Cortázar